EQUIPO DE TRABAJO :

Alejandra Menalled- Camila Palacios- Gustavo Tarrío

Mariela Ibañez -Natalia Naveda- Eduardo Marún

Keimderson Tovar

Gonzalo Ordoñez, Florencia Nardecchia

Nicolás Campos- Facundo Bastiani- Cinthia Ferradas. 

Bárbara Del Sordo

Nicolás Galanzino

Natalia Naveda

Patricio Toscano

Francisco Castro Pizzo

Enzo Cejas

Alejandra Gariglio- Tulio Facca- Cristina Heredia-Laura Palermo- Mariano Allende- Juan Debandi- Manene Piovani- Ana Negrete-Gabriel López- Paula Beovide-Pato Bannon de Club AFALP-Laura Torres de El Baldío- Nicolás Guzmán de Teatro Paramount-  Indiana Litwinchuk de Arte y Vida- Gustavo Ameri- 

GUSTAVO TARRÍO

Un festival de teatro es una oportunidad. La del LATE, esta vez, es la de aprovechar cada encuentro para ir más allá de las artes escénicas: a conectar a las personas, a los grupos y a los temas de las obras con les espectadores. El LATE es como una gran obra con múltiples derivas y autonomías capaces de crear un nosotres consistente y a la vez poroso. E impredecible. Durante la interrupción pandémica la órbita de las artes escénicas (eso que a veces llamamos “teatro”, “danza”, “performance” y un amplio etcétera) fue llamada a silencio y luego de ella nos sentimos convidados a decir que estamos vivos y a reflexionar en qué consiste nuestra supervivencia en el mundo. Cada obra, cada encuentro en el marco de un festival como el LATE tiene ese compromiso y también es una celebración de esta vida que somos capaces de crear juntxs. La idea sigue siendo la de un devenir excéntrico, fuera de las condiciones que nos restringen y con la esperanza de ampliar los horizontes. Si alguna vez fuimos señalados como no esenciales, el LATE toma esta oportunidad para decir (más bien gritar) que pensamos todo lo contrario. Que nos revinculamos de esta manera. Que cada persona, cada grupo y cada festival es nuestro oxígeno. Y que podemos respirarlo en compañía. Seamos todes bienvenides, la función está por comenzar. Abróchense los cinturones y a disfrutar de estar vivos. Gustavo Tarrío

CAMILA PALACIOS

Encontrarnos en el LATE es, una vez más, una fiesta colectiva. Lo logramos: tenemos una programación diversa, con temáticas que nos conmueven y nos interpelan, de exquisita variedad y solidez. Cinco días recorriendo diferentes teatros y espacios, con charlas y puesta en común luego de las funciones. Pero además del hermoso disfrute de estos días, esta vez el LATE para quienes lo impulsamos tiene una condición extra: esa fuerza que tienen las formas de lo colectivo cuando se expresan y se hacen posibles a pesar de las adversidades y del contexto. Después de la pandemia, lxs artistas y trabajadores de la cultura necesitamos decir que acá estamos, que seguimos produciendo y que el teatro sigue vivo con estás obras poderosas, accesibles para todxs, que hacemos este maravilloso festival en el conurbano y que podemos ser los mejores anfitriones en esta celebración. A disfrutar de la tercera edición de LATE. ¡Que lata nuestro corazón y que nos llenemos de abrazos y besos! Camila Palacios

ALEJANDRA MENALLED

Por esta vez, voy a hablar en nombre propio. Es una necesidad que no suele aparecerme, porque entiendo a la producción como un hecho colectivo, en cualquier dimensión o circuito, en el que cada unx se ocupa de hacer lo que más le gusta, elige y mejor mejor le sale. Todo un privilegio eso de elegir. Mi parte, y lo que más me divierte, es pensar la figura total, y como en un trabajo entre celestina y detectiva, busco cómo, con quiénes y dónde armar para que el rompecabezas salga lo mejor posible. Cuando llegué al Helios, hace más de una década, hice una propuesta fugaz: poner en marcha el teatro y cuando eso sucediese...chau. Pero por suerte la vida está llena de eventos inesperados, ya que en esta sala encontré algo muy precioso: identidad. Porque el Helios es una usina de diversidad y desparpajo de lo esperable, de las etiquetas: para ser independiente es cheto, para comercial es chico, para ser GBA es porteño y para porteño es conurba. Para cine no es multipantalla y para cine club es hegemónico. Pero es todo eso. Así, se convirtió en mi aliado perfecto para hacer lo que me gusta: maridar mundos que se suponen incompatibles. No hay corrección, se practica el antojo de la belleza, se trans-muta según nos parezca. En ese marco, el LATE se volvió la expresión más fiel del relato. Un evento a nuestra medida, con artistas admiradxs, salas amigas y público fiel. Prendamos la bola de espejos, que la fiesta arranca de nuevo. Alejandra Menalled